En España, la obligación de emitir facturas recae principalmente sobre empresarios y profesionales que desarrollen su actividad económica, tanto de forma individual como a través de sociedades. Esta obligación se encuentra regulada por diversas normativas, siendo las más relevantes la Ley General Tributaria (Ley 58/2003) y el Real Decreto 1007/2023.
En general, se debe emitir factura en los siguientes casos:
- Cuando el destinatario sea otro empresario o profesional: En este caso, la factura es imprescindible para que ambos puedan deducir el IVA soportado y para el cumplimiento de otras obligaciones fiscales.
- Cuando el destinatario así lo exija: Incluso si no es otro empresario o profesional, cualquier persona puede solicitar una factura para justificar un gasto o para cualquier otro motivo.
- En las exportaciones de bienes: La factura es necesaria para demostrar el origen comunitario de la mercancía y para la aplicación de los regímenes especiales del IVA.
- En las entregas intracomunitarias e importaciones de bienes: En estos casos, la factura es necesaria para el cumplimiento de los procedimientos aduaneros y para la liquidación del IVA.
A partir del 1 de enero de 2025, la factura electrónica será obligatoria para todas las operaciones B2B (entre empresas) en España. Esto significa que tanto el emisor como el receptor de la factura deberán emitirla y recibirla en formato electrónico.
Excepciones a la obligación de facturar:
Existen algunas excepciones a la obligación general de facturar, como por ejemplo:
- Pequeños empresarios y profesionales con un volumen de ingresos inferior a 600.000 euros: Estos empresarios pueden optar por no emitir factura si en su lugar entregan un ticket o comprobante simplificado.
- Operaciones exentas de IVA: En algunos casos, las operaciones no están sujetas al IVA, por lo que no es necesario emitir factura.
- Ventas a consumidores finales: En general, no es obligatorio emitir factura en las ventas a consumidores finales, aunque sí es recomendable hacerlo para evitar problemas en caso de reclamaciones o devoluciones.
Sanciones por no emitir factura:
El incumplimiento de la obligación de emitir factura puede conllevar sanciones administrativas de hasta el 2% del importe de la operación, con un mínimo de 300 euros por cada factura.
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